La contaminación acústica en las ciudades
No es una contaminación que se acumule como pueda ser la basura, ni se traslada como la de los ríos, tampoco se mantiene como la basura nuclear o el alpechín, pero deja su huella en el ser humano en forma de estrés, de trastorno de sueño, de baja productividad, de agresividad, de pérdida de oído o, entre otras, también de afecciones cardiovasculares. Se estima que en las grandes ciudades un 3 % de los casos de enfermedad isquémica del corazón cabe atribuirlas al ruido.
La Agencia Europea de Medio Ambiente considera que el riesgo para la salud a medio plazo causado por el ruido es muy superior al del tabaquismo pasivo y la contaminación de aire por ozono y partículas.
La Agencia Europea de Medio Ambiente considera que el riesgo para la salud a medio plazo causado por el ruido es muy superior al del tabaquismo pasivo y la contaminación de aire por ozono y partículas.
El mundo moderno ha traído el ruido a todos los lugares, especialmente a las grandes ciudades en las que se manifiesta especialmente a través del tráfico de automóviles; pero no solo. Estimaciones internacionales establecen que el tráfico genera un 86 % del ruido, de los cuales un 6% correspondería al ferrocarril, que la industria lo hace en un 10 %, y las actividades de ocio en un 4 %. En este último caso y de unos años a esta parte, a pesar de que el porcentaje es menor, se ha prodigado una modalidad de ruido especialmente preocupante, la que produce el uso de auriculares sin limitador de volumen o el que producen determinados juguetes que se caracterizan por producir intensos sonidos y que están originando disfunciones auditivas graves.
La sordera como enfermedad profesional
La sordera está reconocida en la legislación española como una enfermedad profesional producida por el ruido. Y es que al principio los problemas de contaminación acústica y su influencia en la salud se centraban en los que se originaban en ambientes laborales sometidos a altos niveles de ruido; pero se limitaban a problemas estrictamente auditivos. Más adelante se comenzó a apreciar que además de estos que tenían un carácter objetivo claro, originaban otros menos objetivos como las perturbaciones del sueño, el estrés, dolores de cabeza, trastornos cardiovasculares o patologías relacionadas con respuestas hormonales. Algunos estudios llegan a considerar su influencia en patologías como infartos e ictus. Mientras se entendía que estaba circunscrito al ámbito laboral, generalmente sujetos a altas intensidades sonoras durante un tiempo limitado, se pensaba que el problema afectaba a un reducido grupo de personas. Estudios posteriores llevaron a la conclusión de que también la exposición a ruidos de menor intensidad pero durante un largo tiempo causaba efectos parecidos. Las cercanías a los aeropuertos fueron los primeros entornos abiertos en ser estudiados que ofrecieron esos resultados.
Legislación contra el ruido
En la exposición de motivos de la ley española sobre el ruido que está vigente desde el 8 de Diciembre de 2003 y que fue revisada posteriormente el 7 de Julio de 2011, se establece “El ruido en su vertiente ambiental, no circunscrita a ámbitos específicos como el laboral, sino en tanto que in-misión sonora presente en el hábitat humano o en la naturaleza”.
Reconoce la propia Ley que hasta entonces no había sido objeto de atención preferente en la normativa protectora del medio ambiente y que sin embargo la protección contra la contaminación acústica se engloba dentro del mandato constitucional de proteger la salud y el medio ambiente, además de otros derechos también constitucionales como a la intimidad personal y familiar.
Esta Ley no solo regula el ruido propiamente dicho, el perceptible en forma de sonido, también lo hace con las vibraciones. Luego es cada ciudad la que establece su propia normativa y la que regula el máximo de decibelios que permite según la hora del día en que se produzcan, estableciendo también las sanciones correspondiente por su incumplimiento.
La intensidad del sonido se mide en decibelios (db). Durante el día el nivel máximo que dentro de una casa con las ventanas cerradas debe alcanzar cualquier ruido exterior, ya sea de los vecinos o por otras causas, es de 35 db y por la noche a partir de las 23 h. De 30 db. Se estima que sí puede entenderse sin dificultad desde tu propia vivienda la conversación de los vecinos, siempre con las ventanas cerradas, es que se están superando los niveles máximos permitidos o si eso pasa con la televisión del vecino.
En realidad España llegaba al problema en su legislación con cierto retraso. En 1996 la Comisión de las Comunidades Europeas publicaba el libro verde sobre la política futura de lucha contra el ruido, que revisaba El Quinto Programa dé política y actuación medioambiental de 1993 en el que se incluían una serie de objetivos básicos con respecto a la exposición al ruido que se debían alcanzar en el año 2000. En esencia todo iba destinado a la reducción del ruido.
Según ese estudio alrededor de un 20 %de la población de la Unión Europea, entonces estimada en 80 millones de personas, (los últimos datos de la Agencia Europea de Medio ambiente EEE elevaban en 2017 esta cifra a 100 millones de personas) estaban expuestas a niveles de ruido que los científicos y los expertos sanitarios consideran inaceptables “niveles en los que la mayoría de las personas se sienten incómodas, el sueño se ve perturbado y se padecen efectos nocivos para la salud. Otros 170 millones de ciudadanos viven en las llamadas “zonas grises”, en las que los niveles de ruido son tales que causan una molestia importante durante el día”.
Concretando para España, en 2016 se aseguraba en el día mundial del ruido que aproximadamente un 60% de los españoles se encontraban sometidos durante más de dos horas diarias a niveles de ruido perjudiciales para la salud.
Barreras de plantas situadas en los márgenes de las carreteras pueden reducir el nivel de ruido del tráfico hasta en un 50%
Los últimos datos conocidos para Europa y dados a conocer por la Agencia Europea de Medio ambiente (EEE) hablan de que de los 100 millones de personas que en los 33 países miembros están expuestos al ruido por el tráfico de carretera por encima del umbral de los 55 db, 32 millones lo están por encima de los 65 db, es decir a niveles de ruidos muy altos (en España afecta a 5.971.000 personas).
Hay que señalar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este tipo de ruido es el causante del segundo factor de estrés ambiental, por detrás de la contaminación del aire.
El ferrocarril expone a 19 millones de ciudadanos europeos por encima de los 55 db (128.000 personas en España) mientras que las aeronaves lo hacen a 4,1 millones (en España 100.400 personas).
El cuarto contaminante auditivo sería el del ruido industrial dentro de las zonas urbanas afectando a un 1 millón de personas.
En realidad aunque el ruido es algo siempre presente, aún no se considera por la opinión pública que origine graves consecuencias para la salud, pero si se percibe como uno de los principales problemas medioambientales. Y es que, como señala la OMS, los efectos dañinos del ruido provienen principalmente de la reacción de estrés que causa en el cuerpo humano, que también puede ocurrir durante el sueño.
Esto pueden conducir potencialmente a muerte prematura, enfermedad cardiovascular, deterioro cognitivo, trastornos del sueño, hipertensión y, al menos, molestia.
El proceso sería porque el organismo reacciona, ante esa sensación de estrés que origina el ruido, defendiéndose vertiendo a la sangre determinadas sustancias como la adrenalina, la noradrenalina o el cortisol que pueden causar las patologías cita-das y aún otras como la obesidad, el incremento de partos prematuros o la depresión como consecuencia también de que a estas personas se les origina una mayor concentración en sangre de sustancias como glucosa, colesterol y triglicéridos, como así se ha apreciado en estudios sobre ciudadanos expuestos a niveles elevados de ruido de la calle en comparación con otras no expuestas a este.
Esos estudios mostraban con-secuencias similares a quienes estaban expuestos a niveles agudos de ruido durante un tiempo limitado y quienes padecían ruidos menos intensos durante mayor tiempo.
La Agencia Europea de Medio Ambiente considera que el riesgo para la salud a medio plazo causa-do por el ruido es muy superior al del tabaquismo pasivo y la contaminación de aire por ozono y partículas, temas que reciben mucha mayor atención de la opinión pública. En este sentido organizaciones como Ecologistas en Acción han pedido de las Administraciones públicas un mayor control del tráfico al considerar que reducirían de manera importante estos factores de riesgo, a la vez que aumentarían la calidad de vida y la salud de los ciudadanos.
Según la OMS los efectos dañinos del ruido
provienen principalmente de la reacción de estrés que causa en el cuerpo humano, que también puede ocurrir durante el sueño
Prevención
Es evidente que la única vacuna que se puede elaborar contra el ruido ambiental es la prevención y que esta fundamentalmente recae en las administraciones elaborando normas encaminadas a la limitación de las distintas manifestaciones del ruido, con su carácter punitivo correspondiente.
Por ello hace ya 20 años que la OMS pedía que se incluyera como un tema de salud pública importante en la evaluación del impacto ambiental. Se trataría de evitar la emisión de ruidos. Luego está los avances técnicos, en este sentido las nuevas tendencias en el automóvil que los hacen muchísimo más silenciosos, recordemos que son el principal contaminante de ruido, resultan esperanzadores.
Avances técnicos y de uso que han de darse en otras situaciones como por ejemplo en la arquitectura con el desarrollo de aislantes para las viviendas y todo tipo de edificios, con especial mención a colegios y hospitales. Y en el urbanismo con la instalación en las ciudades de barreras, a ser posible verdes, contra el ruido.
En un estudio elaborado por un grupo de expertos del departamento de Agronomía de la Universidad de Almería, se llegaba a la conclusión de que barreras de plantas situadas en los márgenes de las carreteras podían reducir el nivel de ruido del tráfico hasta en un 50%. Con estas medidas y otras de lo que se trataría es de evitar la inmisión de los ciudadanos en el ruido, especialmente de los más vulnerables como niños y personas con problemas auditivos.
Conocedores de cómo motivar soluciones preventivas en el mundo que vivimos, un grupo de trabajo de la OMS que elaboró el documento Guías para el ruido urbano señalaba que un paso importante para incrementar la conciencia del público y de los responsables de tomar decisiones es concentrarse en las variables que tienen consecuencias económicas.
En este sentido señalaban que había que tener en cuenta elementos como las restricciones sociales provocadas por el ruido, la reducción de la productividad, menor rendimiento en el aprendizaje, ausentismo laboral y escolar, mayor uso de medicamentos o los accidentes.
Cuidar el oído
Medidas a tener en cuenta
Una serie de medidas a adoptar para el cuido de nuestros oídos comenzarían por:
- Evitar ruidos y estridentes.
- Utilizar cascos o tapones que aíslen el oído cuando se trabaja con ruidos fuertes.
- Alternar actividades ruidosas con tiempos de calma, limitando especialmente el tiempo so-metido a ambientes ruidosos.
- No abusar del uso de cascos o auriculares para oír música, escuchar la radio o hablar por teléfono. El volumen siempre ha de estar por debajo de los 60 db, es decir, que te permita oír lo que ocurre en tu entorno.
- Cuidar la higiene de los oídos lavándolos y secándolos bien, también después de salir de una piscina. Esto es muy importante para evitar que la humedad pueda provocar infecciones y hongos; pero siempre teniendo en cuenta que un poco de cera es necesaria para protegerlo de posibles infecciones.
- Cuidado con los bastoncillos, no son recomendables para la limpieza, tampoco introducirse cualquier otro objeto porque pueden producir daños.
- No se deben aplicar remedios caseros ni gotas que no hayan sido recetadas por un especialista cuando tiene un oído taponado o se siente que se ha perdido audición.
- Especial cuidado hay que tener cuando se padecen catarros, infecciones o alergias.
Aislar la vivienda
El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que en España en una de cada tres viviendas en España se percibe un excesivo nivel de ruido. Especialmente ocurre esto en las construidas antes de 2009 cuando entró en vigor el denominado Documento Básico de Protección al Ruido.
Los vecinos sin embargo tenemos algunas posibilidades, sin dejarnos todos los ahorros en el intento, de reducir el nivel de ruido en nuestras viviendas, además de pedir que baje la música o la televisión a quien vive al lado nuestro.
Hay maneras de insonorizar sin necesidad de llevar a cabo obras siempre caras y siempre estresantes, como el mismo ruido.
La utilización de pinturas aislantes capaces de absorber hasta un 30 % del sonido y que se encuentran en el mercado. También pueden instalarse planchas de pladur o colocar un falso techo, esto ya un poco más caro pero relativamente sencillo, si es que son los vecinos de arriba quienes nos impiden la tranquilidad. Y de cara al exterior que las ventanas sean con doble acristalamiento.
Quienes no tengan pereza y les guste el bricolaje pueden ponerse a aislar las paredes con fibra de lana, con corcho o madera u otro tipo de paneles acústicos que también se encuentran en el mercado. En Youtube existen tutoriales que ayudan a cómo hacerlo.
Otras fórmulas tienen que ver con la instalación de alfombras, cuanto más gruesas mejor, moqueta, cortinas, cuadros, espejos o estanterías a ser posibles llena de libros. Todo esto cuenta con la doble ventaja de aislarnos del ruido que viene de fuera; pero también de absorber el que nosotros provocamos.
Un 60% de los españoles están sometidos durante más de dos horas diarias a niveles de ruido perjudiciales para la salud
Tablas orientativas de la OMS
En 1999 la OMS a título orientativo estableció una tabla en la que relacionaba la presión sonora, el ambiente o actividades en el que esta se daba y la sensación o efectos en el oído.
Así por ejemplo la explosión de un petardo a un metro de distancia y con una presión sonora de entre 140 y 160 db puede provocar daños permanentes inmediatos del oído, una ruptura de tímpano; un concierto de rock o una motocicleta con escape libre a 1 metro y con una presión sonora de 110 db puede provocar o una sensación insoportable y necesidad de salir del ambiente o incluso también daños permanentes del oído. En esta tabla es desde los 60 db para abajo donde se encuentran los ruidos de fondo agradables para la vida social y de 30 db hasta 0 para descansar o el silencio.
Pero la OMS también establecía una tabla en la que aparecía el elemento tiempo, es decir: el entorno, el nivel de sonido, el tiempo de duración continuada de este y el efecto que todo ello produce sobre la salud.
- En ella se señala que un ruido de 50 a 55 db en el exterior de las viviendas durante 16 horas produce molestias.
- En ese mismo tiempo, en el interior de la vivienda y con tan solo 35 db ya produce interferencia en la comunicación.
- Este nivel de sonido en un aula escolar durante la duración de las clases también perturba la comunicación.
- Y 30 db durante 8 horas en el dormitorio produce la interrupción del sueño.
Situaciones de deterioro auditivo que la OMS pone como ejemplo en esas tablas son:
- Estar soportando las 24 horas un nivel de sonido de 70 db.
- Escuchar durante 1 hora música con auriculares que alcancen los 85 db.
- Estar 4 horas soportando 100 db en actividades de ocio, como pueden ser discotecas o conciertos.