- Tener claro cuál es el riesgo que queremos asegurar.
Definir cuáles son las necesidades de cada caso.
- Buscar compañías que, o bien sean generalistas (ofrezcan el máximo de ramos) o estén muy especializadas en el seguro que queremos hacer.
Por ejemplo, para un seguro de decesos, es mejor una especialista que una generalista.
Para seguros de vida riesgo hay grandes especialistas, lo mismo que en seguros médicos
- Buscar siempre compañías de la máxima solvencia.
Desgraciadamente en el mercado hay algunas cuya respuesta no es la más adecuada, y máxime si es un seguro de vida o de ahorro
- Tener claro que las circunstancias recogidas en una póliza de seguros pueden cambiar a lo largo de la anualidad, por lo que se deberán reflejar dichos cambios con facilidad y ajustar la póliza a las nuevas circunstancias
- No siempre el más barato es el mejor, ni el más caro el peor: buscar un intermedio en función de las ofertas
- En muchos casos habrá que tener en cuenta la fiscalidad de los productos, especialmente en vida, ahorro y seguros médicos
- Y SIEMPRE EN CASO DE DUDA, CONSULTAR CON UN MEDIADOR INDEPENDIENTE, o al menos con varias compañías